Vuelvo
una y otra vez a la poesía de Eloy Sánchez Rosillo. Definitivamente, es uno de
mis poetas más queridos. En cada relectura descubro nuevos sentidos, imágenes,
textos bellísimos que apuntan como flechas certeras al corazón de la vida,
textos que a veces me reconcilian con el mundo o que, regalos valiosísimos, me
brindan nuevas perspectivas sobre el oficio de vivir.
Otras
veces, lo que sus versos me dan es la posibilidad de descubrir lo que ama este
poeta, las cosas que le gustan, sus recuerdos más queridos, lo que le inspira o
despierta su nostalgia... ¡Tantas cosas! Eloy Sánchez Rosillo ama el verano, la luz, el calor,
los árboles, las aves y… la luna llena.
Hay
en su obra continuas referencias a la luna, vista siempre como un ser amable y
benéfico que derrama sobre el mundo su hermosa luz. Precisamente en el libro
Oír la luz, podemos leer este bonito poema que transcribo a continuación en
esta noche de luna llena.
LUNA
DE AGOSTO
Es tanta la belleza de
la vida
que no disminuiría para
mí su hermosura
si de pronto faltaran
de la faz de la tierra
algunas de las cosas
que más amo.
Pero qué triste un
mundo en el que no
pudiera yo mirar la
luna llena
sobre el mar del
verano.
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