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miércoles, 31 de octubre de 2012

Lecciones de Literatura Universal. Siglos XII a XX



He releído últimamente algunos capítulos de un libro que ya conocía bien: Lecciones de Literatura Universal, del que es editor el profesor Jordi Llovet, publicado por Cátedra. Aunque se trata de una obra de consulta, resulta interesante y amena para cualquier amante de la literatura. No solo es útil para estudiantes y profesores de Literatura, sino que es una fuente de información inestimable,  en ocasiones básica y en otras más específica,  sobre gran número de clásicos de la literatura universal. Esta obra recoge la "Lecciones de Literatura Universal" ofrecidas por el Institut d'Humanitats de Barcelona durante los cursos 1988-89, 1989-90 y 1990-91.

Un prólogo de Martín de Riquer y un epílogo de José María Valverde avalan esta recopilación de ciento siete breves estudios sobre autores clásicos y también de algunos temas de la Literatura Universal a partir de la Edad Media. Isabel de Riquer, con su estudio sobre la épica medieval abre esta serie de pequeños ensayos, y la cierra María Payeras Grau con su apunte sobre García Márquez y Vargas Llosa.

Han colaborado en estas lecciones, no por breves menos interesantes y valiosas, autores tan prestigiosos y conocidos como Francisco Rico, Alberto Blecua, Carlos Alvar, Félix de Azúa, Marta Pessarrodona, Dolors Oller, Sam Abrams, Sergio Beser  o el propio Jordi Llovet. 

Entre los autores estudiados encontramos figuras muy variadas. Quisiera destacar, entre las lecciones dedicadas a los escritores del siglo XX, las de Virginia Wolf, por Marta Pessarrodona, Pessoa, por Basilio Losada,  Sartre y Camus, por Agustín González, Auden, por Salvador Oliva, e Italo Calvino, por Rossend Arqués. Son algunos ejemplos, nada más, del  rico caudal de comentarios y de enfoques diversos que nos brinda esta excelente recopilación.

Entre los temas literarios tratados en estas lecciones, relativamente pocos en comparación con el considerable número de estudios dedicados a los autores, algunos nos ofrecen una visión de conjunto sobre determinados géneros literarios en una época concreta, como La novela catalana del siglo XV, La novela inglesa en el siglo XVIII o Poetas románticos ingleses, por ejemplo. Otros, acotan más el tema, como el estudio de Victoria Cirlot sobre El “roman courtois”, o el  de El “dolce stil novo”, de Carlos Alvar.

En cualquier caso, se trata de breves ensayos que tanto sirven de motivación al lector curioso e interesado en la lectura de los clásicos, como de material de estudio y de profundización en autores que ya se conocen un poco. En líneas generales, cada capítulo finaliza con una bibliografía complementaria sobre el tema o el autor tratado y con la referencia a los capítulos del mismo libro que están relacionados. En mi opinión, es una obra amena y didáctica, indispensable, que se sitúa al margen del típico manual de literatura, porque entra en el territorio libre del ensayo literario.

martes, 16 de octubre de 2012

Poema del mes. Octubre: Pedro Salinas



¿Por qué Pedro Salinas es el gran poeta del amor en la literatura española del siglo XX? El amor es quizá el tema más trillado en la poesía, y seguramente lo seguirá siendo mientras exista el ser humano sobre el planeta, pero ¿qué tienen los versos de Salinas que son únicos, que llegan a cualquier lector y son a la vez de altísimo nivel literario?

Ya comenté en una entrada anterior la historia de amor entre el poeta y Katherine Whitmore que motivó la composición de la trilogía formada por La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento. En estos tres poemarios, pero especialmente en La voz a ti debida, se encierra toda una filosofía del amor, una metafísica de raíz claramente platónica de la vivencia del sentirse enamorado y la consideración de la mujer amada como un ser elevado e ideal. Un ser que se halla permanentemente en la luz, y el poeta, rendido enamorado, en la sombra, o incluso es sombra.

Junto a esta concepción idealizada del sentimiento amoroso, aparece la vivencia del amor como destino, como algo que uno no elige, sino que se es elegido.

Ser tocado por la gracia del amor, en el caso de Pedro Salinas, es penetrar en una nueva dimensión en la que es posible vivir una vida más verdadera, más real que la vivida hasta entonces. El encuentro con la persona amada, la que le elige, le convierte en un ser especial y único.

Si un día ese mágico hechizo del amor se rompe, si ella deja de quererle y se va, entonces el poeta enamorado se volverá otra vez anodino e insulso, regresará a la sombra y al no-ser. Y puede oírse el eco de aquella canción que dice: “Yo sin ti no soy nada…”

Que la lectura de este bonito poema os reporte un grato momento y os anime, si aún no la conocéis, a leer la obra La voz a ti debida. No os decepcionará.

Cuando tú me elegiste
-el amor eligió-      
salí del gran anónimo
de todos, de la nada.
Hasta entonces
nunca era yo más alto      
que las sierras del mundo.
Nunca bajé más hondo
de las profundidades      
máximas señaladas
en las cartas marinas.
Y mi alegría estaba
triste, como lo están      
esos relojes chicos,
sin brazo en que ceñirse
y sin cuerda, parados.      
Pero al decirme: “tú”
a mí, sí, a mí, entre todos-,
más alto ya que estrellas      
o corales estuve.
Y mi gozo
se echó a rodar, prendido
a tu ser, en tu pulso.      
Posesión tú me dabas
de mí, al dárteme tú.
Viví, vivo. ¿Hasta cuándo?      
Sé que te volverás
atrás. Cuando te vayas
retornaré a ese sordo      
mundo, sin diferencias,
del gramo, de la gota,
en el agua, en el peso.      
Uno más seré yo
al tenerte de menos.
Y perderé mi nombre,
mi edad, mis señas, todo      
perdido en mí, de mí.
Vuelto al osario inmenso
de los que no se han muerto      
y ya no tienen nada
que morirse en la vida.