La dimensión poética popular y tradicional de la mañana de
San Juan, momento tocado por la magia estival, queda recogida en la poesía
lírica primitiva castellana.
La lírica tradicional es anónima y no
aparece por escrito hasta finales del siglo XV o en el siglo XVI. En ella queda
plasmado el mundo de la gente del pueblo. A través de estos poemas y
canciones podemos entrever las costumbres, fiestas, creencias e inquietudes -entre ellas las amorosas- del estamento
inferior de la sociedad medieval. Canciones de romería, de siega, canciones de monja y de
malmaridada, canciones relativas a la conquista y la seducción amorosa aparecen
junto a otras que celebran la primavera, el mes de mayo y también la fiesta de
San Juan, especialmente la mañana.
La mañana de San Juan es la mañana del amor, momento mágico
y luminoso como pocos. Pero a veces, ¡ay!, no es felicidad exultante lo que
expresa el poema, sino la pena por la partida del hombre amado, como estos villancicos que transcribo a continuación. El dolor de la mujer enamorada se
expresa a través de la negación de todo cuanto se relaciona con el amor en esa
precisa mañana en que la vida florece.
188*
Ya no me
porné guirnalda
la mañana de
San Juan,
pues mis
amores se van.
Ya no me
porné jazmines,
ni guirnalda
de azucena;
pornéme
crecida pena
por los
bosques y jardines.
Aquestos
serán mis fines,
como las
gentes verán,
pues mis
amores se van.
Traeré velo
enlutado,
y de amarillo el vestido
tejido con
el olvido,
de mi recelo
cercado;
el manto
será el cuidado
por vivir siempre en afán,
pues mis amores se van.
250*
Que no cogeré yo verbena
la mañana de San Juan ,
pues mis amores se van.
Que no cogeré yo claveles,
madreselva ni mirabeles,
sino penas tan crueles
cual jamás se cogerán,
pues mis amores se van.
La presencia de la naturaleza es una constante en los
villancicos. Las imágenes o elementos tomados de la naturaleza no son un mero ornamento
del poema, sino que están cargados de valores simbólicos cuyas raíces se hunden
en un fondo común de la humanidad. La relación del amor con el mundo vegetal es
un ejemplo de ello. Así, jardines, bosques, flores, frutos aparecen en los
villancicos como símbolos del lugar de encuentro de los amantes, de la
seducción, de los sentimientos o de la entrega amorosa.
Asimismo, todo cuanto se relaciona con el día de San Juan
pertenece a esta misma tradición simbólica de contenido amoroso. La festividad
de San Juan tiene lugar un poco después de producirse el solsticio de verano.
De hecho, esta festividad conmemora en el mundo cristiano este fenómeno natural
a través de cultos solares paganos que se han perpetuado hasta nuestros días, pasados por el filtro de la
Iglesia, que seguramente prefirió concederles un lugar en el santoral antes que
empecinarse en erradicarlos.
Mierda
ResponderEliminarPor favor quien me puede hacer el análisis metrico de ya no cogere berbena la noche se San Juan porque los amores se van
ResponderEliminar