Historia secreta de una novela es un texto muy breve. Se trata de una conferencia que, como dice el autor a modo de preámbulo, fue escrita “en un rudimentario inglés que mi amigo Robert B. Knox mejoró, [y] fue leída en Washington State University (Pullman, Washington), el 11 de diciembre de 1968.” La editorial Tusquets publicó la edición en lengua española en 1971, en la colección Cuadernos Marginales, de pequeño formato. Este libro tiene la particularidad de que fue impreso con tinta verde, cosa que no ocurre en las ediciones actuales de esta obra.
Y es que Vargas Llosa nos explica en Historia secreta de una novela el proceso de creación de La casa verde (1966), una de sus más célebres novelas. Por eso, el texto impreso en verde resulta tan significativo y grato. Con su personalísimo estilo, se remonta a su infancia, a 1945, año en que su familia llegó a Piura (Perú) cuando la casa verde que allá se levantaba, en un lugar alejado de la población, constituía un misterio para el niño de nueve años y sus amigos:
“… la silueta de una casa erigida en las afueras de Piura, en la otra orilla del río, en pleno desierto, y que podía ser vista desde el Viejo Puente, solitaria entre los médanos de arena. La casa ejercía una atracción fascinante sobre mis compañeros y sobre mí. Era una construcción rústica, una choza más que una casa, y había sido enteramente pintada de verde. Todo era extraño en ella: el hecho de estar tan apartada de la ciudad, su inesperado color. […] Tal vez fueron su soledad y su piel húmeda lo que primero despertó la curiosidad de mis amigos y la mía en torno de ella. Pero cosas más inquietantes vinieron pronto a avivar esta curiosidad. Había algo maligno y enigmático, un relente diabólico alrededor de esta vivienda a la que habíamos bautizado “la casa verde”. Nos habían prohibido acercarnos a ella.”
La experiencia personal es el fondo del que surge poco a poco la novela. Las impresiones recibidas por el niño Mario Vargas Llosa durante el año que vivió en Piura y su regreso en 1952 para vivir allá otro año son el germen del interés por el asunto de la casa verde. Años más tarde, acabados sus estudios universitarios y a punto de salir hacia Madrid con una beca, tuvo la fortuna de participar en una expedición para unas investigaciones antropológicas en las tribus de la Amazonía. Ese viaje a la región del Alto Marañón resultó decisivo. De todo cuanto vio y conoció surgieron después el argumento, personajes y temas de La casa verde, una de las novelas más representativas de la nueva narrativa hispanoamericana y una obra clave en la producción literaria de Vargas Llosa.
Todo ello contado de forma amena, simpática, con los comentarios sobre el oficio de escribir a que nos tiene acostumbrados Mario Vargas Llosa. Con humor e ironía relata sus esfuerzos y angustias ante la escritura:
“…la inspiración no existía. Era algo que, tal vez, guiaba las manos de escultores y pintores y dictaba imágenes y notas a los oídos de poetas y músicos, pero al novelista no lo visitaba jamás: era el desairado de las musas y estaba condenado a sustituir esa negada colaboración con terquedad, trabajo y paciencia. No me quedaba otra alternativa: si la inspiración existía para los novelistas, nunca sería uno de ellos. Sobre mí no caía jamás esa fuerza divina: a mí cada sílaba escrita me costaba un esfuerzo brutal. Sartre, a quien leía por esos años con agresivo fervor (Luis Loayza se burlaba: “el sartrecillo valiente”) fue una ayuda preciosa en ese momento: nadie nacía novelista, uno se hacía escritor, también en literatura un elegía lo que iba a ser.”
Hace muchos años que tenía este libro, pero andaba perdido inexplicablemente, nunca llegué a leerlo. Hace poco compré una edición actual, y como por arte de magia, no sé de qué olvidado rincón salió la edición antigua, así que regalé la nueva a una buena amiga. Hoy lo he leído y lo he disfrutado. Creo que puede gustar a quienes siguen la obra de Mario Vargas Llosa y deseen saber un poco más.
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