Con el movimiento social Democracia real ya en plena efervescencia, impulsado por una juventud que hasta el momento parecía no tener sangre en las venas, no puedo resistir la tentación de recordar un texto de Antonio Machado, perteneciente a Juan de Mairena, obra crítica y llena de reflexiones interesantes, curiosas y muchas de ellas de gran actualidad, como ésta:
(Sobre la política y la juventud)
"La política, señores —sigue hablando Mairena—, es una actividad importantísima… Yo no os aconsejaré nunca el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que hacen trepadores y cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia y colocar parientes. Vosotros debéis hacer política, aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros, y, naturalmente, contra vosotros. Sólo me atrevo a aconsejaros que la hagáis a cara descubierta; en el peor caso con máscara política, sin disfraz de otra cosa; por ejemplo: de literatura, de filosofía, de religión. Porque de otro modo contribuiréis a degradar actividades tan excelentes, por lo menos, como la política, y a enturbiar la política de tal suerte que ya no podamos nunca entendernos.
Y a quien os eche en cara vuestros pocos años, bien podéis responderle que la política no ha de ser, necesariamente, cosa de viejos. Hay movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada rebelión de menores contra la inepcia de los sedicentes padres de la patria. Esta política, vista desde el barullo juvenil, puede parecer demasiado revolucionaria, siendo, en el fondo, perfectamente conservadora. Hasta las madres —¿hay algo más conservador que una madre?— pudieran aconsejarla con estas palabras: “Toma el volante, niño, porque estoy viendo que tu papá nos va a estrellar a todos —de una vez— en la cuneta del camino”.
(Sobre la política y la juventud)
"La política, señores —sigue hablando Mairena—, es una actividad importantísima… Yo no os aconsejaré nunca el apoliticismo, sino, en último término, el desdeño de la política mala que hacen trepadores y cucañistas, sin otro propósito que el de obtener ganancia y colocar parientes. Vosotros debéis hacer política, aunque otra cosa os digan los que pretenden hacerla sin vosotros, y, naturalmente, contra vosotros. Sólo me atrevo a aconsejaros que la hagáis a cara descubierta; en el peor caso con máscara política, sin disfraz de otra cosa; por ejemplo: de literatura, de filosofía, de religión. Porque de otro modo contribuiréis a degradar actividades tan excelentes, por lo menos, como la política, y a enturbiar la política de tal suerte que ya no podamos nunca entendernos.
Y a quien os eche en cara vuestros pocos años, bien podéis responderle que la política no ha de ser, necesariamente, cosa de viejos. Hay movimientos políticos que tienen su punto de arranque en una justificada rebelión de menores contra la inepcia de los sedicentes padres de la patria. Esta política, vista desde el barullo juvenil, puede parecer demasiado revolucionaria, siendo, en el fondo, perfectamente conservadora. Hasta las madres —¿hay algo más conservador que una madre?— pudieran aconsejarla con estas palabras: “Toma el volante, niño, porque estoy viendo que tu papá nos va a estrellar a todos —de una vez— en la cuneta del camino”.
Antonio Machado (1988) Prosas completas,Madrid: Espasa Calpe. Págs. 1971-1972
Los clásicos tienen esto que se dice de los viejos rockeros, que nunca mueren. Italo Calvino en Por qué leer los clásicos afirma una idea que comparto plenamente: "Un clásico es un libro que nunca termina de decir lo que tiene que decir" El clásico siempre tiene algo de actual, y por años que pasen, sea quien sea el lector, parece que aquello que estamos leyendo ha sido escrito ahora mismo. Y ¿qué aconseja don Antonio por boca de su apócrifo Mairena? Coraje, transparencia, ética. ¡Casi nada! Y al final, para rematar la parrafada, la paradoja teñida de humor, algo muy de Mairena, para que pensemos un poco sobre esto del conservadurismo revolucionario y las madres.
Molts d'ànims en aquesta nova aventura bloggera!
ResponderEliminarEstimado amigo, he llegado hasta aquí porque precisamente buscaba este fragmento en internet.
ResponderEliminarYo también, desde que lo lei, pensé en Democracia Real Ya y en lo que está pasando en este país y el mundo, tanto, que en la II Asamblea Estatal de DRY, este verano en Málaga, me encargué de abrirla leyendo este pasaje ante las más de 100 personas que vinieron de toda España.
Por cierto, me encanta la frase de Calvino..
un abrazo