Hace años, con motivo de la celebración del centenario de García Lorca, asistí a una conferencia de Joan Frigolé en la que analizaba la obra lorquiana desde una perspectiva antropológica. Me pareció tan interesante, que compré el libro que hoy comentaré. Joan Frigolé Reixach (1943) es catedrático de Antropología de la Universidad de Barcelona. Una de sus líneas de investigación es el estudio de la cultura y la organización de la sociedad rural en el sudeste peninsular en el contexto cultural mediterráneo, y en ella se sitúa la presente obra.
Estamos tan acostumbrados a enfocar los temas de la obra dramática de Federico García Lorca en términos de libertad-represión, realidad-deseo-frustración, que la mirada de Joan Frigolé sobre sus principales obras teatrales aporta una perspectiva distinta y sin duda muy enriquecedora, pues al ya tradicional análisis literario y temático de obras como Doña Rosita la soltera o La casa de Bernarda Alba, por ejemplo, se añade una visión etnográfica. En palabras del autor, se trata de “la interpretación del teatro lorquiano a partir de su contextualización etnográfica.” En este sentido, la pregunta que se hace Frigolé es “¿Hasta qué punto el teatro de Lorca refleja la cultura andaluza?”
Frigolé analiza Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba según un modelo interpretativo basado en los conceptos de estratificación social en relación con el sistema de clases andaluz vigente en los años 30, sistema de valores, reproducción social, entendida como aquellas actuaciones encaminadas a consolidar la posición social, y modelo de procreación, considerado como el conjunto de creencias, costumbres y símbolos relacionados con la transmisión de la vida en el contexto cultural andaluz.
El teatro de Lorca concede un papel protagonista a la mujer. Sus principales obras son dramas o tragedias de mujeres marcadas por deseos y pasiones que nunca verán satisfechos y que las arrastran a la muerte o a la frustración. Joan Frigolé analiza con detalle el contexto social de cada una de las obras mencionadas y estudia el argumento a la luz del marco teórico indicado anteriormente, siempre sustentado en el conocimiento de la realidad social andaluza de la época de Lorca. En su estudio nos va mostrando la existencia de una estrecha relación entre el fracaso de mujeres como Adela o Yerma y la tremenda rigidez de un sistema de estratificación social y de reproducción que se impone al individuo. Al mismo tiempo, se alude a costumbres del ámbito rural referidas al matrimonio y a la procreación que explican ciertos detalles y determinadas conductas de los personajes de obras como Bodas de sangre o La casa de Bernarda Alba.
Este estudio sobre el teatro de Federico García Lorca me parece un buen complemento para cualquier indagación sobre la temática tratada por este autor. No va en detrimento de la valoración literaria, alejándose de su centro de interés, sino que aporta al lector una nueva vía de interpretación y de conocimiento. Joan Frigolé en las conclusiones de su interesante trabajo nos aconseja alejarnos del etnocentrismo y evitar juzgar obras del pasado con escalas de valores actuales. Una buena recomendación, sin duda, pues no encerrarnos en lo que conocemos y en lo que creemos en nuestros días nos abre el espíritu para valorar más acertadamente cualquier obra literaria y muy especialmente la de este gran clásico de nuestra literatura contemporánea.
A mí, personalmente, me aportó una visión diferente de la obra de Lorca, que me encanta y de vez en cuando releo, pues me ayudó a comprender mejor este supuesto antropológico de que todo es cultura, y una obra literaria, independientemente de su valor estético, es también el espejo de creencias y valores de la sociedad de la que ha surgido. Creo que el libro de Joan Frigolé puede gustar tanto a los amantes de la literatura, como a los interesados en el campo de la etnografía y la antropología social.
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